
¿Recuerdan esa serie tan famosa de lesbianas "The L Word" ? Honestamente nunca fui tan fan de la serie, no porque no me gustara sino porque simplemente por azares de la vida nunca me di el tiempo de verla, llegué a ver alguno capítulos y amigas me llegaron a platicar algunos otros; pero como cualquier serie exitosa mi teoría es que los escritores buscan historias muy parecidas a las reales para que asi la audiencia se pueda identificar con ellas y eso genere un lazo con la serie.
Pues bien, ¿recuerdan la famosa pizarra?; no me pregunten de nombres de los personajes ni de temporadas, pero esta célebre pizarra ilustraba de manera muy didáctica quiénes habían compartido babas con quiénes; les aseguro que no solamente yo se ha preguntado...¿Cómo quedaría esa pizarra con los nombres de las lenchas de mi ciudad?. Posiblemente serían líneas por aqui, líneas por allá y muchos cruces entre nombres.
Y es que no se si este compartimiento de babas, esta inestabilidad emocional y pelea de gatas sea precisamente por nuestra cualidad de lenchas (características de personalidad) o realmente en el mundo heterosexual se vive el mismo porquerio pero como son más se nota menos, se dice menos o se disimula más.
Hace tiempo tuve la oportunidad de trabajar con adolescentes, y sobre todo las niñas (oh si, mujeres, cómo nos encanta complicarnos la vida) se acercaban a mi y me contaban sus problemas; ¿Por lo general qué problemas eran?... así como se lo imaginaron... "habló de mi" "habló a mis espaldas""ya no me habla""me bajó al niño que me gusta""me dijo zorra""es una hipócrita""no tengo verdaderas amigas""solo me hablan por interés"... y bla bla bla...
Yo pensaba que conforme las mujeres crecíamos madurábamos, y madurábamos parejo, por lo menos en este tipo de cosas; pero la verdad es que no, es increíble cómo independientemente de la etapa del desarrollo físico en el que te encuentres (niñez, adolescencia, juventud, adultez, senectud) este tipo de comportamientos permanecen, se me hace increíble que adultos continúen con este tipo de juegos tan tontos y ya ni se quién es más tonto, si el que hace el juego o el que se aflige por el juego.
Efectivamente, los que no somos iguales al montón estamos constantemente siendo observados y no me voy a poner a dar un "speech" moralista; pero realmente esa suciedad, esos juegos tontos, tanta porqueria que hay en el mundo lencho es lo que según mi teoría nos hace ser tan segregados socialmente; somos vistas como promiscuas, como portadoras de enfermedades, como problemáticas, como histriónicas.... claro! los heterosexuales también lo son; pero nosotras también.
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